jueves, 27 de febrero de 2014

Budapest

Llevaba tiempo queriendo visitar esta cuidad, ya que, era una de las capitales que me faltaban por Europa Central y su descubrimiento no podía hacerse esperar ni un momento más.
Buscaba un destino con encanto, romántico, con bastante historia y por supuesto algo acorde a mi presupuesto de vida estudiantil y Budapest tenía todas esas características aseguradas.
Lo primero que me llamó la atención al aterrizar,  fue lo moderno que era el aeropuerto de la capital, mucho más actualizado que en otros países, y no os podéis imaginar la cantidad de gente joven que trabajaba allí , además, las comunicaciones para llegar al centro no estaban del todo mal.
Una vez que llegue al centro descubrí que la columna vertebral que ordena Budapest es el río Danubio , lo cual, facilita que te orientes entre el abanico de calles en las que se desfragmenta la ciudad.
El hecho de que el río estructure la urbanidad de Budapest hace que la presencia de puentes sea necesaria y le aporta un toque muy característico , de hecho para moverte pos ambas partes son imprescindibles.
Grandes edificaciones, arboles, mercados, termas  y monumentos conmemorativos a la Segunda Guerra Mundial y al Holocausto hacen de ella un lugar perfecto para perderse durante unos cuantos días.
Desde mi punto de vista,  uno de los lugares más especiales y que tienen una visita obligatoria para todo viajero es el Bastión de los Pescadores, caracterizado por su edificación peculiar y su blanquecina luz en combinación con vidrieras y columnas , lo hacen un lugar de ensueño donde obtener una bucólica panorámica de la ciudad. 
Personalmente, este lugar me sorprendió muchísimo, además de su arquitectura lo que más me llenó fue la luz tan bonita que proyecta sobre la ciudad.



Por supuesto, otra parada obligatoria en  esta ciudad centroeuropea es su parlamento, el cual, la primera vez que lo ves quedas abrumando por su arquitectura y su tamaño, por lo que no se cuestiona el hecho de que sea uno de los parlamentos más admirados de Europa.
Históricamente, para llevar a cabo su edificación hubo un concurso entre diversos arquitectos y fue considerado todo un honor el levantar su infraestructura. El hecho de que su tamaño sea tan grande es una cuestión histórica puesto que, cuando se comenzó a edificar Hungría era un reino mucho más amplio debido a que otros países vecinos estaban bajo su dominio.
Algo que me pareció precioso de Budapest fue su luz. Aun siendo un clima bastante frío en el que suele nevar y llover, cuando el sol aparece hace que brille y que te encandile con mucha mas fuerza, por no hablar de los atardeceres tan bonitos. Los reflejos rosados y anaranjados parecen fundirse con el azul grisáceo del Danubio mostrando una postal muy especial.


Otro punto muy importante es el que ocupa el  Puente de las Cadenas, considerado como el principal de todos los que comunican las dos partes de la ciudad. Este puente es uno de los más antiguos y largos de Europa y además es considerado un símbolo de la ciudad ya que sirvió para unir Buda y Pest, que eran las dos metrópolis que  hoy en día  forman Budapest.

Aunque personalmente, lo que más me impactó fueron los determinados monumentos que se reparten por la ciudad en relación a la Segunda Guerra Mundial. En primer lugar, al preciosa Sinagoga Dohany ( la segunda más grande del mundo )  en la que reposa una réplica de sauce llorón en el que cada hoja está grabada con el nombre de un judío asesinado o el monumento de los zapatos en el que a la orilla del río frente al Parlamento descansan un conjunto de zapatos hechos de hierro que simulan y rememoran este trágico momento histórico. 

El significado constituye una alegoría a ese genocidio y a las atrocidades que se llevaron a cabo en esa orilla, lo que encuadra este monumento como algo muy emotivo y cargado de energía que no deja indiferente a ninguna persona  que se acerque. Se respira una atmósfera distinta en las inmediaciones como señal de respeto.En conjunto la ciudad merece una visita obligatoria, tanto para viajeros más jóvenes como más experimentados. Puede ofrecer casi todo lo que busques, desde tranquilidad en las termas como fiesta entre sus calles.Por otro lado, el hecho de que sea una ciudad con un nivel de vida más bajo permite que pueda visitarse desde todos los bolsillos y presupuestos. Desde luego, me parece complicado que deje indiferente a cualquier invitado entre sus gentes.

En último lugar, quiero comentaros que no iba sola a Budapest, en esta ocasión íbamos un gran grupo de españoles Erasmus que hicieron de este viaje algo inolvidable.

Me lo pasé genial con cada uno de ellos y desde aquí quiero darles las gracias a todos, ya que, hicieron de Budapest algo aún mas perfecto.




1 comentario:

  1. Gracias preciosa, me encanta tu relato, haces que sea casi como si hubiera estado allí!!!

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